Mejorar la igualdad entre hombres y mujeres es parte esencial de la respuesta de la UE a la actual crisis económica, afirma el último Informe anual de la Comisión sobre igualdad de sexos. El Informe examina los avances realizados en el último año para abordar las diferencias que aún subsisten entre hombres y mujeres en el empleo, la economía y la sociedad en general. Aunque algo se ha avanzado en el mayor número de mujeres que ocupan puestos directivos en las empresas y en la nivelación de remuneraciones, sigue habiendo deficiencias importantes.
 
Los países de la UE deben ofrecer trabajo a más mujeres si quieren alcanzar el objetivo general del 75% de empleo para todos los adultos antes de 2020. Un modo de mejorar la competitividad de Europa es lograr un mejor equilibrio entre hombres y mujeres en puestos de toma de decisiones económicas. Los estudios demuestran que la diversidad de género es rentable y que las empresas con mayor porcentaje de mujeres en los consejos de administración obtienen mejores resultados que aquellas cuyos consejos son exclusivamente masculinos.

Las razones para que haya más mujeres trabajando y más mujeres en puestos de dirección son aplastantes – ha declarado Viviane Reding, Vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía. Solo podremos alcanzar nuestros objetivos económicos y nuestros objetivos de empleo si aprovechamos al máximo nuestros recursos humanos, tanto en el mercado de trabajo en su conjunto como en los puestos elevados. Esta es una parte esencial de nuestros planes de recuperación económica.

El Informe que se hace público sobre avances en la igualdad entre hombres y mujeres realizados durante 2011 forma parte de un informe más amplio de la Comisión sobre aplicación de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE durante el año pasado. En él se destacan las tendencias principales observadas a nivel nacional y europeo en las cinco áreas clave de la estrategia general de igualdad de sexos de la UE para 2010-2015, a saber: la economía, la igualdad de remuneración, la toma de decisiones, la violencia de sexo y la igualdad de hombres y mujeres fuera de la UE.

En el mercado de trabajo, la tasa de empleo de las mujeres es del 62,1%, frente al 75,1% de los hombres, lo que significa que la UE solo podrá alcanzar su objetivo general para Europa del 75% de empleo femenino implicándose decididamente en políticas de igualdad.

En la estrategia Europa 2020, la Comisión subraya la necesidad de fomentar un mejor equilibrio entre trabajo y vida privada, especialmente con guarderías adecuadas y mejores modalidades de trabajo flexible y procurando que los regímenes fiscales y de prestaciones sociales no penalicen al segundo miembro de la familia que trabaje. Medidas estas que pueden contribuir a garantizar la incorporación y permanencia de más mujeres en el mercado laboral. 

La diferencia salarial se ha reducido ligeramente en toda la UE. De media, las mujeres ganan un 16,4% menos que los hombres por hora de trabajo. La diferencia salarial la originan factores múltiples como la segregación en el mercado de trabajo y las diferencias en las opciones educativas.

El segundo Día Europeo de la Igualdad Salarial puso de relieve el problema y sus posibles soluciones. La lentitud con la que se están reduciendo las diferencias de sexo en los consejos de administración ha llevado a la Comisión a lanzar una consulta pública sobre medidas posibles a nivel de la UE con las que abordar un problema que puede retraer la innovación y el crecimiento en Europa.

Por último, la Comisión ha dado un paso decisivo en la vía para terminar con la violencia de género proponiendo un paquete de medidas para reforzar los derechos de las víctimas de delitos. El mismo incluía una serie de medidas dirigidas específicamente a ayudar a las mujeres víctimas de la violencia doméstica.

Contexto informativo

Cada vez hay más pruebas que apuntan a los considerables beneficios económicos derivados de un mejor equilibrio de sexos en el proceso decisorio. Contar con más mujeres en puestos directivos puede contribuir a un entorno laboral más productivo e innovador y a mejorar el rendimiento general de la empresa. Es un factor que impulsa la competitividad. Las mujeres suponen el 60% de los nuevos titulados universitarios pero pocas de ellas consiguen ascender a la dirección de empresas.

La apertura de posibilidades de puestos superiores es un incentivo para que las mujeres accedan al mercado de trabajo y permanezcan en él, ayudando a aumentar las tasas de ocupación femenina y explotando mejor el potencial de las mujeres como recursos humanos.

Fuente: Servicio de prensa de la Comisión Europea

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