siempre que hay una muerteFue uno de los peores días de su vida como directora del Instituto de la Mujer de Extremadura. Así de contundente es María José Pulido al hablar de la muerte de Nadia Sabir, la primera víctima de violencia machista en la región en 2010. Ahora, según ella, toca redoblar esfuerzos en la lucha contra esta lacra.

Es la primera muerte por violencia machista que tenemos este año en Extremadura, ¿lo considera un fracaso?

-Yo creo que no lo podemos medir como un fracaso porque la lucha contra la violencia de género sabemos desde hace mucho que es una carrera de fondo en la que hay objetivos a corto, medio y largo plazo. Pero igual que digo que no lo podemos considerar un fracaso de la lucha que tenemos entre manos, digo que es verdad que cada vez que hay una muerte nos pega duro y nos hace replantearnos la eficacia de todos los recursos que tenemos y que estamos poniendo permanentemente a disposición de las mujeres. Es una eficacia que está demostrada en la mayor parte de los casos, hay muchas personas que están atendidas en los dispositivos que hay, miles en Extremadura, pero una muerte viene a hacerte sentir que, efectivamente, tenemos que seguir indagando, buscando y haciendo el esfuerzo necesario para lograr mayor eficacia. Tenemos que ser honestos y humildes porque la lucha requiere de reforzarnos y rearmarnos.

Había denunciado

Nadia había denunciado su situación, tenía una orden de alejamiento e incluso un dispositivo de teleasistencia, ¿falló algo?

-Pues claro. Siempre que hay una muerte es que ha habido un fallo. Lo que pasa es que tenemos que entender que ese fallo o ese talón de Aquiles para romper el círculo de protección y aproximarse a la víctima es prácticamente en lo único que piensa el agresor. No hay que olvidar que es un caso en el que había una orden de alejamiento porque había habido una denuncia, pero según tenemos entendido no había habido ningún quebrantamiento. Contaba con teleasistencia y el agresor no había planteado ningún problema en las visitas a la niña. Objetivamente no había ningún indicio de que se podía producir esta situación. Ha sido un hecho inesperado para los recursos y dispositivos de seguridad. Hay que valorar los pasos que dio este hombre para engañar al sistema.

La víctima es de origen marroquí. Una de cada cinco denuncias por violencia machista en la región son realizadas por extranjeras, ¿lo tienen previsto?
-En el Instituto de la Mujer tenemos programas específicos para llegar a las mujeres víctimas de violencia y a todas las mujeres inmigrantes. Es verdad que no lo hacemos con ninguna intención de segregar o discriminar. Me gusta aclararlo porque en algún caso que hemos hablado de tratamiento especial a las inmigrantes me han respondido que a todas las mujeres hay que tratarlas igual. Es verdad. Todos los recursos que tenemos en Extremadura se conceden por igual a cualquier mujer que esté en nuestro territorio y lo necesite, pero además, como un plus, queremos llegar especialmente a las mujeres inmigrantes. Hemos estado con un programa que se ha desarrollado en las dos provincias intentando hacerles llegar qué es la violencia de género en nuestro país porque no es igual el tratamiento de este problema en España que en Marruecos, por ejemplo. Aquí es un delito que tiene condena, hay servicios de ayuda a las mujeres y en otros países no. Cuando llegan a nuestro país tenemos que informarles, tanto a las mujeres como a los hombres. Conocemos casos de condenados que están en la cárcel y no entienden qué hacen allí porque en su país no es delito e incluso puede estar bien visto.

-¿Extremadura tiene suficientes medios para luchar contra la violencia machista?
-Sí, de hecho, en los presupuestos de la comunidad autónoma hay partidas respetadas a pesar de la crisis, entre ellas, la de la violencia de género. Se van a mantener los puestos de trabajo del personal que está en la red contra la violencia. Siguen funcionando las dos casas de la mujer y además se inicia la obra de la nueva residencia que habrá en Badajoz. A lo mejor tenemos que optimizar, por ejemplo, los recursos o la disponibilidad económica de las campañas de sensibilización que son muy importantes y la Ley nos obliga a ellas. Ahí tendremos que reducir costes, pero yo creo que cada vez contamos con una red social más grande que nos ayuda a divulgar los mensajes que queremos.

¿Y hay suficientes medios en la justicia o entre los cuerpos de seguridad?
-No puedo hacer una valoración. Nosotros estamos trabajando muy de la mano con los medios que hay, siempre se pide más: otra unidad, otro grupo especializado, pero no quiero entrar en este debate porque no me parece que me corresponda. Todos los recursos que vengan a Extremadura son bienvenidos, pero ahora mismo podemos sentirnos satisfechos con el nivel de funcionamiento de los recursos con los que contamos. Tenemos el índice de violencia más bajo de toda España, pero la violencia sigue siendo un fenómeno que está ahí y esta muerte nos hace dimensionar el fenómeno. Nos viene a recordar que estamos hablando de un problema grave y hay que redoblar esfuerzos y el compromiso que tenemos. Es una muerte cercana porque ella se beneficiaba de los servicios que tenemos en marcha, estaba rehaciendo su vida y este hombre ha buscado el punto débil para quitársela.

-¿Qué más podemos hacer?
-Hay que seguir mostrándonos públicamente en contra de la violencia, tanto desde el punto de vista colectivo como individual. Lo comentamos con un grupo de mujeres en San Roque, el barrio de la víctima, y una de las cosas que veíamos era que tenemos que seguir pronunciándonos. Se nos tienen que ver las caras y tenemos que seguir diciendo una y otra vez que estamos en contra de la violencia de género, de los maltratadores y que apoyamos a las víctimas. Hay que seguir denunciando, informando, ayudando a las mujeres víctimas.

Extremadura ha tenido 8 víctimas en la última década. Es un índice bastante bajo, pero es difícil sentirse satisfecho
-Yo estoy satisfecha del trabajo que se hace en distintos ámbitos, de verdad y veo cómo mejora. Hay mayor sensibilización y hay apoyo de la sociedad. Nos tenemos que sentir satisfechos de los profesionales que tenemos en Extremadura, pero nunca contentos con los resultados. Nos parecerán buenos cuando se hayan acabado, no sólo el número de mujeres asesinadas, sino las que están sufriendo la violencia.

Fuente:http://www.hoy.es/v/20101219/regional/siempre-muerte-fallado-algo-20101219.html

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