La edición de fácil lectura de la Declaración sobre una Cultura de Paz, coeditada por la Fundación Ciudadanía y la Fundación Cultura de Paz, recoge las claves y acciones a seguir para alcanzar la «no violencia».
El texto de Naciones Unidas, publicado en 1999, divide en ocho ejes las acciones que países, gobiernos y personas «deben llevar a cabo» con el objetivo de crear una Cultura de Paz, entre los que destacan la educación, los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres y la democracia.
Las otras cuatro claves son el desarrollo económico y social; la comprensión, tolerancia y solidaridad; la libertad de información y de comunicación, y la paz y seguridad.
Esta edición, presentada en la Asamblea de Extremadura el pasado miércoles, 2 de febrero, cuenta con dos introducciones firmadas por los presidentes de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, y de la Fundación Ciudadanía, José María Rodríguez Guzmán.
La publicación, cuyo contenido recoge Europa Press, cuenta con ilustraciones de la diseñadora Marta Kallmeyer y aborda qué es la Cultura de Paz, sus valores y su evolución, la propia declaración y las claves y acciones para crear dicha cultura, conseguir la paz y la «no violencia».
Algunas de esas acciones son promover la educación para todas las personas y fomentar la educación en valores, proteger los derechos humanos al tiempo que se da a conocer su declaración, el fomento de la justicia social y de la colaboración entre personas y países para «acabar con la pobreza y las desigualdades económicas y sociales», recoge la edición.
Asimismo, se incluye la promoción de la igualdad entre géneros y la eliminación de «todas» las formas de discriminación contra la mujer, además de la asociación entre ciudadanos para «defender mejor sus aspiraciones», y se invita a favorecer que todas las personas puedan expresar sus opiniones y participar «activamente» en la política.
Por otra parte, dentro del eje de la comprensión, la tolerancia y la solidaridad, la publicación insta a apoyar medidas que promuevan estos valores entre la ciudadanía, escuchar y aprender a compartir con los demás y convivir «amistosamente» sin distinción de creencias, raza, sexo o capacidad.
Las últimas claves que aporta esta declaración de fácil lectura corresponden a la libertad de expresión de personas y medios de comunicación, y de acceso a una información veraz, y a la promoción de la eliminación de las armas, la resolución de los conflictos sin recurrir a la violencia y la solución de los problemas surgidos de estos, como las migraciones.
La publicación es, en palabras del propio Mayor Zaragoza, una «preciosidad» y un «instrumento magnífico» que servirá tanto a profesores, niños y, en general, a todas aquellas personas que quieran «ir aprendiendo a vivir con la mano tendida en lugar de con la mano alzada».
DE SÚBDITOS A CIUDADANOS
Para la presentación del documento Mayor Zaragoza se desplazó este pasado martes a la Asamblea de Extremadura, en Mérida, donde acaparó la atención de los periodistas y del público que acudió a participar en posterior un encuentro abierto para dialogar precisamente sobre la ‘cultura de la paz’.
El presidente de la Fundación Cultura de Paz auguró que «en cinco o diez años» van a pasar «cosas muy importantes en el mundo» por el hecho de que se ampliará la posibilidad de participar en la vida política y de expresar las opiniones a través del ciberespacio.
Al respecto consideró necesario «hacer ciudadanos» porque ya en la población ha habido «durante bastantes» años «súbditos» que se caracterizaban por ser «temerosos», así ha avanzado que el futuro se podrán contar con opiniones nuevas «que antes no se producían» porque era «el silencio».
La Declaración sobre una Cultura de la Paz se adapta a fácil lectura para que su contenido llegue a colectivos con dificultades lectoras, bien porque se tenga dificultades con el idioma al no conocerlo o porque se tenga algún tipo de «dificultad intelectual».