Por segundo año consecutivo, los bloggers de todo el mundo celebran hoy su día. Hay más de 50 millones de blogs; crecen al ritmo de uno por segundo.

Obedeciendo a la lógica de la blogósfera, la iniciativa de declarar el 31 de agosto como el Día Internacional del Blog no surgió de un decreto de un organismo internacional. En realidad, fue una propuesta de un blogger israelí llamado Nir Ofir.

Su idea es que, durante el 31 de agosto, todas las bitácoras digitales del mundo se animaran a recomendar cinco blogs, preferentemente diferentes a su propia cultura, punto de vista y posición.

Una tarea complicada, por cierto, si se tiene en cuenta que (según cifras de la página “Technorati”, que lleva cuenta de los blogs creados en internet) existen más de 50 millones de blogs, que crecen al ritmo de uno por segundo.

El blog se disemina como un virus
Sabe que perdió. No hubo advertencias ni tampoco indemnizaciones. El diario íntimo de papel y pequeño candado fue despedido. El weblog ocupó su lugar. Los hay solidarios y de protesta. Románticos o sexuados. Políticos. Literarios. Tecnológicos. Religiosos. En la blogósfera hay lugar para todo. Pero lo que sobra es catarsis. Solteras insatisfechas o jóvenes deprimidos escriben en las páginas virtuales de estos nuevos diarios personales… abiertos a los ojos voyeuristas.

Basta un recorrido por la red para comprobarlo. Miles de weblogs cumplen funciones terapéuticas. Hay encuestas que ratifican el fenómeno. Un estudio practicado entre 600 bloggers reveló que el 50 % de los internautas escribe como una forma de terapia personal. Y hay más: el 31 % recurre al monitor en momentos de ansiedad.

Es que los chismes y las intimidades siempre han gozado de buena audiencia. De hecho, Post Secret -una página que vive de revelaciones anónimas- se llevó el premio “Bloggiers 2006”, el concurso que galardonó a la mejor bitácora del año.

“Siempre quise encontrar un bebé en la puerta de mi casa y quedármelo”.

“Cada vez que te vas de la ciudad, tu novio trata de acostarse conmigo. Algunas veces lo dejo".

"Robé dinero de una organización caritativa de la que soy voluntario”.

“Cuando tenemos relaciones, una parte de mi alma se muere”.

“Me odio por obedecer tus enfermos deseos”.

“De único regalo nos pide un frasco de Viagra de medio litro”.

“El teléfono empezó primero a sonar y después a hervir”.

“Yo quisiera estar arriba de Vin Diesel”.

Secretos como estos son volcados a diario por los usuarios. Sucede que la escritura libera. No es casualidad que el universo de seres humanos con acceso a internet haya crecido a más de 1.000 millones, según Internet World Stats, la página mundial de estadísticas en la red.

Y en estos ecosistemas digitales también se puede cambiar fotos. Fotolog.com sumó 3 millones de floggers en los últimos días. Allí, los cibernautas cuelgan sus imágenes preferidas, desde la niñez en adelante.

Paren las rotativas
Pero no todo es purificación o transformación. De manera clara, la comunidad blogger busca institucionalizarse e independizarse de la categoría “diario íntimo on line” y quiere ser considerada, oficialmente, como un nuevo medio.

Primero en los atentados de Londres. Y después en el paso de Katrina por Nueva Orleans, la información circuló antes por los weblogs que por los diarios. A fuerza de ingenio, los autores de los blogs de contenido periodístico pasaron de ser un diario íntimo público a una fuente de información cada vez más válida, sobre todo cuando cuentan con el respaldo de fotos o videos.

Las bitácoras se han convertido en el último grito de la libertad de expresión en internet. Por algo, el “Best of the Blogs”, el mundial de weblogs, entrega una distinción en el rubro “Periodistas sin fronteras”. Nadie duda de que el nuevo soporte es un fantástico medio de comunicación.

Pero, ¿puede un weblog reemplazar a un diario? ¿A favor o en contra del periodismo ciudadano? De responder a esas preguntas se ocupó la séptima edición del Congreso de Periodismo Digital, el más importante de Iberoamérica, que se llevó a cabo en España y que dejó mucha tela por cortar.

Mientras algunos editores defendieron a los reporteros espontáneos porque “le quitan poder a los medios tradicionales y hacen el periodismo más democrático”, otros descartaron de plano que pueda existir una prensa llamada ciudadana. Más allá de las discrepancias sobre el periodismo ciudadano, el debate sigue abierto.

Es que en la blogósfera hay lugar para todo. Desde seres con delirios místicos hasta periodistas deseosos de tener su propio espacio. Y a un click de mouse.

¿Cómo ser el mejor de la red?

Para armar un buen blog, elija una herramienta de actualización que sea fácil de emplear. Pruebe muchos servicios. Algunos son gratuitos y otros cuestan un poco de dinero.

Enlace a sus fuentes. La web permite una transparencia que ningún otro medio puede lograr. Cuando se establece el link con una fuente, se permite a los lectores comprobar la credibilidad.

Actualice con frecuencia. Los lectores interesados regresarán a su sitio sólo si encuentran algo nuevo. No necesita publicar todos los días, pero sí procure escribir por lo menos tres veces a la semana.

Fuente: La Gaceta

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